Por qué no ser un chico reality (sesión de autoconvencimiento)

10.8.09

Aquí vamos con la segunda parte (ya sé que las segundas partes rara vez son buenas, pero cuando la primera tampoco lo es, poco importa) del post sobre los realities.

En la primera parte hice un sesudo análisis de las razones por las que debería participar de uno de estos programas. Más allá de la contundencia de los argumentos –al menos discutible –creo que son motivos de peso. O de pesos, más bien. El punto es que me terminé de convencer: yo sería un buen participante, al menos por el breve lapso que durara dentro.

Durante estos días, varias personas me han preguntado si escribí en serio ese post. Cuando les respondía que sí, me miraban con una extraña expresión, mezcla de pena, compasión y miedo. No ha aparecido –hasta ahora- una camisa de fuerza, creo que por poca disponibilidad del accesorio más que por falta de ganas de uno que otro amigo o conocido.

Para complementar el post anterior –y para que quienes me prodigaron esas indescriptibles expresiones no crean que estoy tan mal –va esta nueva entrada, con las razones por las que no debería participar de un reality show. Luego, mediante un simple proceso de comparación, creo que estaré en condiciones de saber fehacientemente si debo o no tomar mis cosas y acampar afuera de algún canal.

Exposición. La que fue la primera razón para justificar mi ingreso a un encierro de este tipo, es también la primera para descartar esa posibilidad. La perspectiva de que cientos, miles, acaso millones de personas sepan lo que hago o dejo de hacer me aterra. Porque un reality no permite, como otros formatos televisivos o de cualquier medio, colgar el traje e irse tranquilamente a la comodidad y privacidad del hogar. No señor. Pregúntele al recluta Chadud, o al extramusculoso Schilling. No es que pretendiera, al entrar a un programa, tener actuaciones como las suyas (mal me iría al volver a la realidad), pero estar expuesto 24/7 a las cámaras, y peor aun, depender del criterio de guionistas y editores del programa sobre qué es lo que sale al aire... no gracias.

Sentido del ridículo. Este exacerbado sentido seguro me haría, en algunos momentos, pasarlo no del todo bien. O derechamente mal, si se quiere. No tengo problemas con duelos eliminatorios (no de la selección, sino de los que sostienen los participantes de estos programas), ni con el grueso de esas conversaciones tipo “cabildo”, “concejo” y tantos otros creativos nombres. Pero hay cosas que simplemente me superan. Durante esas mismas terapias grupales, cuando algún participante comienza a filosofar... Dios me libre. El café concert realizado en Pelotón hace algunos días, ni hablar. Foxley haciendo un striptease, Kenita animando, otra haciendo imitaciones, otros bailando, una última cantando... una combinación simplemente letal. De haber estado ahí, mi ubicación hubiera sido bajo una de las mesas –cosa que, de seguro, los guionistas se hubieran encargado de hacer aparecer como actividad puramente sexual con alguna de las participantes más próximas al lugar –y no participando del triste espectáculo.

La familia. Sí, sería un costo importante. Estoy seguro de que a mi señora no le agradaría que yo me introdujera en estas lides. A mi hija, en cambio, creo que le causaría más que nada extrañeza: eso de hacer zapping y pasar entre, digamos, Mickey y su papá, podría ser algo confuso. Ni hablar si el cambio de canales incluyera a Barney o los Teletubbies, caso en el cual se haría insoportable. Además, convengamos en que es difícil, por muy padre de la criatura que sea, ganarle a tamaños competidores. Y tampoco estoy para vestirme de morado y cantar “te quiero yo, y tú a mí...”, porque –ya está dicho –las vergüenzas (ajena y propia) pueden más.

Y eso sería. Como ven, las ventajas son más que las desventajas. La balanza se inclina inexorablemente hacia el ingreso. Ahora, recapacitando respecto del próximo post –prometí un casting sobre quiénes me deberían acompañar en el encierro –he decidido replantearlo. Creo que, a partir de ahora y para seguir profundizando en el tema, propondré no sólo el casting, sino también el tema del encierro. Será más de una opción, claro, para abrir las posibilidades. Quién sabe si algún productor, director de programación o algún otro pez gordo de la TV local se entusiasma con la idea y cumple mi sueño. Algo así como un hada madrina mediática, un genio catódico, un mecenas televisivo. Señoras, señores, desde ya acepto ofertas.

10 no aportaron:

Fran dijo...

Oiga, ardua tarea nos deja para idear el próximo reality. Además, imagínese si damos con algo realmente vendedor, un exitazo de taquilla... Cumsille y el japonés ese que hace los del 13... se irían para la casa? O, peor, les estaría haciendo la pega ad honorem?? Qué compromiso, qué compromiso.
En fin, antes de echar a volar mi imaginación televisiva para no-aportar a este post, hare referencia al tema de la exposición, como factor "para querer" y "para no querer" ir a un reality.
Me acordé de alguien que mencionó que durante ese fallido reality del miedo (engendro creado por Carlos Pinto y Cumsille [¿¿por qué cresta me sé su nombre??]) los participantes juraba que cuando salieran, serían mas conocidos que Michael Jackson y Madonna juntos. Y que la sobreexposición los llevaría a la fama inmediata. Y ahí tiene... ni para animadores de discotheque en Calama.

El que no aporta dijo...

Fran, nada de ad honorem. Créditos y lucas, o demanda. O una salida negociada, como participar del programa, claro.

Sobre el reality del miedo... espantoso, simplemente. Déjeme, eso sí, hacer una precisión, al menos para que salve el honor si le da por conversar de estos temas: no se quiebre tanto con eso de saberse el nombre, porque no es Cumsille, sino Quesille (como quesillo, sí). Cumsille hay otros, como un ilustre periodista deportivo de Radio Cooperativa, de los que hablan de los papayeros (jugadores de La Serena), los salmoneros (P.Montt), ruleteros (Everton de Viña del Mar), piratas (Coquimbo) y, juro que es cierto, "torteros" (de Curicó Unido).

Sobre el japonés, se llama Sergio Nakasone, es japo-argentino (o sea, hace los mejores realities del mundo) y freak. Entero freak. Le recomiendo una entrvista que le hicieron en alguna de esas revistas de diario de circulación nacional. Gugléelo y seguro la encuentra.

El que no aporta dijo...

Me acabo de acordar de algo: a Nakasone también lo conocen como "naka". O sea, aka naka. Eso. Jaja.

Fran dijo...

Toda la razón. Es Quesille. Menos mal, no me sé el nombre.
En cuanto a Cumsille, Marco Antonio, lo ubico, tengo marido futboleto que sábados y domingos sintoniza la Cooperativa. Y junto a Aldo Rómulo, Brotfeld y todos eso, tengo que escuchar la previa de cada partido importante (y no tanto). Porque, dígame... qué puede tener de interesante el menú de los jugadores del día anterior, o el color de los calcetines del chofer del bus, ah??
Pero no nos desviemos. Menos cuando el futbol nacional vive el luto por Chamaco Valdés.
En fin.
Sigo pensando ideas para el próximo reality. He pensado incluso andar con una libretita a cuestas para anotar las ideas que se me ocurran mientras camino por Plaza Italia. Tal vez lo haga.

Unknown dijo...

Aviso para los amigos:
SE CONFECCIONAN CAMISAS DE FUERZA A MEDIDA.

Saludos
Ale

Mafe dijo...

Estimado, insisto, nos perdemos.

Estoy que tomo mis cosas y hago camping afuera de cualquier canal.

¿me acompaña?

=/


saludos!

krola dijo...

Te propongo un reality de gozadores: comida rica, copetines y lo que se desee. Las pruebas de eliminación serían partidos de poker, 21 o cosas por el estilo. Me imagino de animador al Negro Piñera.

major tom dijo...

Yo le propongo un reality de gasfiters.Muchos personajes en una casa con una,o varias filtraciones importantes de agua,varios de ellos maestros de verdad,de esos que siempre andan con un maestro chico detrás(casi siempre el hijo negado pal colegio al que lo sacan a aprender el oficio)Tienen que seguir la filtracion destrozando cerámicas y pisos a su paso y de pasada realizando otras filtraciones por destrozo de cañerías.O sea,un reality de verdadero terror,no como los de Carlos Pinto.
Las pruebas serían poner codos,suples,ñiples y picar.
Las conversaciones,sobre el trabajo mal hecho y terrible que hicieron los gasfiteres anteriores con la instalacion.
La comida cocacola y hartas salchichas con arroz.
la radio,bien fuerte.
La falta de herramientas,la tónica(para poder ir a la ferretería a comprar soldadura porque no trajeron),La ferretería mas lejana,por supuesto.

Major Tom en su propio reality.

Fran dijo...

Ooooigan, me gustó la idea de Major Tom.
Obvio que le lleva premio el que deje más limpiecito, el que cache primero por donde va la filtración, el que deje menos destrozos, etc.
También debería haber premio a la innovación (usar tapas de botellas plásticas, o la tapa de un lápiz bic para arreglar de manera definitiva una fuga de gas)
¿¿Y se imaginan una conversación entre "gásfiters" rivales??
Ahora, yo creo que debería animarlo Don Fermín.

kegol dijo...

Oye te dio pánico escenico la guagua nueva, tomaste bencina en vez de pico o te agarraste un virus cerebral?, qué wuá (como dirian los flaites que entrevisto)?
de otra forma no logro explicarme como tú pensaste en participar o no participar de un realiry y para peor...posteaste todo el proceso!!!! ...una cosa es que los veas para despues comentar con el sub, ok, hasta ahi todo relativamente normal, pero reflexionar sobre el tema chanchi querido...o sea, o te tiro a paris jackson llorando y haciendo un striptease al mismo tiempo que dice unas palabras a su fallecido padre,live on cnn, o esta no la contamos, te lo digo...