Chile, país de capitales

19.4.07

Si bien nuestro país tiene a Santiago como su capital oficial, las capitales son una obsesión entre nuestro pueblo. Es así como cada ciudad, e incluso cada infecto pueblucho perdido en el último rincón de esta larga y angosta faja de tierra –siempre me he preguntado a quién se le habrá ocurrido tamaña cursilería– es capital de algo. De lo que sea.

Así, tenemos en nuestro país infinidad de capitales, cada una con sus peculiaridades y su atractivo. Basta darse una vuelta por los pueblos de nuestra patria para descubrir ese lado B de Chile, ese universo paralelo en que los habitantes del más pequeño caserío juran que son la capital de algo. Lo triste es que es cierto: la mayoría de las veces son la capital del abandono.

Aquí va una lista de las, a mi juicio, más famosas e importante capitales de nuestro país. Todas conocidas metrópolis, por cierto, que cualquier conocedor de lugares exóticos debería visitar. Aunque sea para reírse. Se incluye, a modo de guía turística, lo que debe –y no debe­– hacer el visitante.

Chimbarongo, capital del mimbre. Todo tipo de muebles, juegos de terraza, cunas, coches, canastos. Sobre todo canastos. Chimbarongo es, sin duda alguna, la capital del mimbre. Y así se encargan de hacerlo saber sus habitantes a todo quien quiera oírlos. Y a quien no también. Los carteles informando su rango de capital inundan la carretera a la altura de esta pintoresca metrópolis, y los puestos de venta de artesanías se suceden uno a otro. Francamente, nadie puede estar orgulloso de ser la capital del mimbre. Salvo los chimbaronguinos –¿será ese el gentilicio?­– y, obviamente, las autoridades comunales. Si no se anima con el pueblo, es obligatorio visitar, al menos, los locales al lado de la carretera.
Imperdible: comprar un canasto, en cualquiera de sus formas y tamaños.
Por ningún motivo: ir exclusivamente a Chimbarongo. Si va pasando, pare y dé una vuelta, pero no se le ocurra viajar sólo a eso.

Pomaire, capital de la greda. Nadie pude discutir la calidad de capital de este bello pueblo ubicado en la zona central de nuestro país. Ya sea que esté buscando una fuente, pailas, jarros o alcancías, Pomaire es el pueblo donde comprar artefactos de esta oscura arcilla. Con la modernidad, además de incorporar el torno a la fabricación de los elementos –aunque todavía se puede encontrar a quien realice las artesanías completamente a mano– el color ha hecho su aparición. Los grifos de greda, amarillos y de todos los tamaños imaginables, son de lo más feo que se pueda ver por estos lares.
Imperdible: comprar un chanchito alcancía, de los que hay que quebrar para recuperar los ahorros.
Por ningún motivo: adquirir un grifo amarillo tamaño natural. De greda, claro.

Valdivia, capital del remo. ¿Quién podría tratar de competir con la hermosa capital de la recién creada Región de los Ríos –lo que la convierte en doble capital, por lo demás– su calidad de capital del remo? El Calle Calle, el mismo donde se baña la luna, acoge cada día a los remeros y remeras –ojo que una letra sí hace diferencia– que, esforzadamente y en todas sus variaciones en número y ausencia o presencia de timonel, lo recorren practicando la bella disciplina que tantas satisfacciones ha dado al deporte nacional. No pocos de los comentarios de Julio Martínez han tenido a deportistas valdivianos como protagonistas. Y eso ya justifica su nombramiento como capital.
Imperdible: aunque no tenga que ver con el remo, ir a la cervecería Kunstmann y tomar cerveza sin filtrar.
Por ningún motivo: realizar un tedioso paseo en barco por el río. Menos todavía ir a ver cisnes y otros pajarracos a la reserva natural que hay por esos lados. Aunque dicen que cisnes quedan pocos.

Curacaví, capital de los dulces chilenos. Este es un título discutido, polémico, que da para interpretaciones. Aunque Curacaví se autoproclamó capital de los dulces chilenos –que por cierto los tiene notables, como los Parolo y los Issa– hay un par de localidades más que le pelean el título: Curicó –que como un modo de tener exclusividad, vende tortas curicanas, que en la práctica son lo mismo que los dulces chilenos– y La Ligua, que ambiciosamente quiere ser capital de los dulces y capital de los tejidos. Como una manera de zanjar el tema, propongo dejar desierto el título de capital de los dulces chilenos, otorgando a modo de consuelo los siguientes títulos a los pueblos en disputa:
La Ligua, capital de los tejidos. Por algo tienen el chaleco más grande del mundo.
Curacaví, capital de la chicha, con cueca incluida.
Curicó, capital del ciclismo. Las ciclovías abundan, y grandes ciclistas de todos los tiempos han nacido en esa ciudad.
Ya que el título está desierto, no hay imperdibles ni prohibiciones.

10 no aportaron:

Anónimo dijo...

señor no aportador
Mas que llamarle capitales, les gusta la palabra cuna
-Chillan, cuna de proceres y longanizas, debiera dar cuenta Arrau de un viaje que hizo a su tierra natal, y se comio metros de longas, prietas y huachalomos, que nunca volvio a tocar el piano y se murio
-San Carlos cuna de Violeta Parra, otros dicen que los Parra eran de San Fabian de Alico. lo cierto es que nadie sabe de donde mierda son
Repare en la palabra cuna y se llevara mas de una sorpresa y vera como quieren en Chile al amigo cuando es forastero
atte
madam.

Anónimo dijo...

Señor que no aporta,joe pino que tiene toda la razòn la madam.El termino adecuado es CUNA.Asi tenemos a villa prat,la cuna del ajì cacho de cabra,pelequèn ,la cuna de la piedra rosada(y de las cupulas neobizantinas),tirùa,la cuna del picoroco,y aqui podemos ponerle etcetera.Ah,y romeral,la cuna de las guindas.¿donde es que era la cuna de la tuna?ahì hasta hacen un festival.

El que no aporta dijo...

Madam y Joe:
Discrepo de ustedes. Simplemente están confundiendo conceptos, por lo que a continuación paso a explicar:

Cada pueblo de este país -y mientras más chico, más marcado es esto- tiene 3 obsesiones, a saber:

1.- Ser la capital de algo. Da lo mismo lo que sea, lo importante es ser capital. Así, además de las enumeradas, está Pichilemu como capital del surf, San Carlos como capital de las longanizas, etc. Siempre tiene que ver con un producto o actividad.

2.- Ser cuna de alguien. A diferencia del concepto de capital, el de cuna implica que allí nació alguien relevante. Las ya citadas por Madam son buenos ejemplos.

3.- Realizar un festival, que por lo general va asociado a la capital. Así, a modo meramente ilustrativo, en Chimbarongo se realizaría el Festival del Mimbre.

Estimados, los temas en cuestión -cunas y festivales- están siendo elaborados para una próxima publicación en este sitio, por lo que no seguiré abundando en ejemplos.

Anónimo dijo...

Quiero darle noticia de que su blog se encuentra en peligro,
debido al desarrollo linguistico que usted genera ultimamente este espacio virtual se encuentra muy proximo a convertirse en un Aporte.

Uncle Sam

Anónimo dijo...

estimado señor que no aporta: aunque no tenga que ver con el artículo expuesto, quiero comentarle que su flojera se está haciendo notar en demacía, ya que, si bien al principio escribía todos los días, de lunes a viernes, reservándose los fines de semana para descansar, he notado que la última semana, solo no aportó dos escritos. ¿qué pasa no aportador? ¿por qué nos priva del placer de leerlo?

saludos

El que no aporta dijo...

Anónimo, pierda cuidado. Este espacio nunca se convertirá en un aporte. El desarrollo lingüístico no es parámetro de nada. Como ejemplo, tome usted al citado senador Ávila: no he visto nunca semejante desarrollo lingüístico, pero de aportar... nada.

Wanda, ya lo advertí yo en el inicio de este espacio: soy flojo por vocación, y es mi objetivo realizarme en el supremo llamado. Además, el hecho de actualizar todos los días coartaba el adecuado desarrollo de los temas, porque no había tiempo para comentar. Por lo mismo, y a pedido de otros feligreses, opté por espaciar la actualización. Disculpe usted si eso supone un inconveniente, pero la actualización será de 2 a 3 veces a la semana, para que quienes se dignan aparecer por este sitio alcancen a comentar.

José Miguel dijo...

Lamento decirle, señor que no aporta, quie Curicó no abunda en Ciclo vías. Tiene pocas, por lo tanto ha cumplido con su máxima (la suya, de usted mismo, mismamente): no aportó al respecto.

El que no aporta dijo...

José Miguel, depende lo que usted entienda por abundancia. Para un santiaguino, claro que abundan. Y sobre lo de no aportar, es la idea. ¿O encontró que cualquier otra cosa en este humilde blog sí aportó?

José Miguel dijo...

EL tema está en el metaaporte: ¿qué es qué?
Podríamos hacer un foro en el Club de la República, moderado por Julio Martínez, con una introducción de 2 horas, re-me-mo-ran-----do.
Otro no aporte: ¿es Juan Fernández la capital de las langostas? No olvidemos Chile insular. No olvidemos que Chile es un país tri continental (cuando en 4º básico la profe nos dijo eso, acabó)

Anónimo dijo...

No olvidar, auqneu a modo meramente ilustrativo, a Hijuelas, Capital de las Flores.