Adiós mi amor

2.3.07

Ahhh, el amor. Si me pudieran ver ahora. La sola palabra me arranca un suspiro. Sentir mariposas en el estómago, caminar sobre nubes, perdido en el tiempo y en el espacio porque no hay nadie más en el mundo… Hasta que se acaba. Porque no todo es color de rosa, claro. A veces el amor como llega se va. Y hay frases recurrentes a las que siempre se puede echar mano para salir airoso de tan difícil trance. Al fin y al cabo, no es fácil plantarse frente a alguien y decirle “no va más”. Salvo que uno sea croupier de un casino, claro.

Aquí va una pequeña lista de frases clásicas para arrancar, o para tapar los verdaderos motivos de la estampida. Una segunda parte más adelante, para que no se aburran tanto. Es que hay varias. Y eso que son sólo las mejores, las que no fallan. Las probadas a través del tiempo, garantizadas, muchas de ellas sin margen de error. Seguro han ocupado alguna. O han sido víctimas de ellas. O ambas.

No es que haya un alguien más. Mmmmm. Si es respuesta a una pregunta reiterada, podría pasar. Si parte sin previa pregunta, interprétese exactamente lo contrario. Si no, no se puede explicar. Úsese con extremo cuidado y sólo en caso de pregunta explícita.

Me gustas mucho, pero estoy confundida. La confusión, un clásico de clásicos. Preferentemente utilizada por mujeres. Por alguna desconocida razón social, la combinación hombre-confusión amorosa no se ve bien. Tiene una gran ventaja: evita cualquier explicación posterior. Es equivalente al game over en un flipper. Cualquier pregunta posterior irremediablemente tendrá como respuesta un “no sé, ya te dije que estoy confundida”. Si se la lanzan a la cara, retírese, todo está perdido.

Necesitamos un tiempo. Otro clásico, que tiene variaciones. Puede ser un tiempo para estar solo, para pensar, para conocerse a sí mismo, en fin. Los motivos son muchos, la realidad una: el tiempo se prorrogará hasta la eternidad, y la relación se diluirá en el abismo del tiempo y el espacio.

Eres maravilloso, sensible, simpático, gracioso... pero necesito algo más en mi vida. Ésta sí es buena. Es una variante de la también notable No te merezco, eres demasiado bueno para mí. ¿Cómo funcionan? Tratan de subir la autoestima que están, en ese mismo momento, pisoteando sin piedad. Tiene una debilidad: que el afectado atine, en plena masacre, a preguntar “¿qué más quieres?”. En ese caso, remítase al “Estoy confundida”. Game over.

La culpa no es de nadie. Primero, la frase está mal estructurada: una doble negación la hace por lógica elemental una afirmación. Pero obviando el tema lógico, y entendiendo que se refiere a que nadie tuvo la culpa… ¡¡Mentiroso!! La culpa SIEMPRE es de alguien. De él, de ella, de los dos. Pero ¿nadie? Eso no existe. Por lo general esta frase implica culpabilidad de quien la pronuncia, y no de la contraparte. Evítela salvo que le echen la culpa, caso en el que puede ser utilizada con precaución.

No es culpa tuya, el problema soy yo. Otra culposa. Autoinculparse puede ser una buena opción, porque sube la autoestima del afectado. Además, si el problema soy yo, yo veré cómo lo soluciono… Solo, por ejemplo. Y lejos, probablemente. Otra variante autoinculpatoria es Tú necesitas a alguien que te quiera de verdad. Como diciendo “qué malo soy yo, de la que te estás librando”.


ADVERTENCIA: en caso de compromiso matrimonial, el uso de todas estas frases es muy poco recomendado. Suelen no surtir efecto, y hay que recurrir a elaboraciones más complejas. Si lo suyo es un romance, pololeo, andar, affair, amorío, noviazgo o algo por el estilo... tome nota, nunca se sabe cuándo puede venir bien tenerlas a mano.

12 no aportaron:

Anónimo dijo...

Estimado Sr. que no aporta: Al paso que ud va, pronto deberá cambiar de nombre a su emergente blog ya que sus publicaciones son un verdadero manual de cortapalos para las más variadas ocasiones.
Frente al tema de las frases propias de evasivas amorosas, debo decirle que dada mi condición marital, estoy un poco olvidado de éstas, y que a esta altura del partido de querer yo buscar una salida a mi condición, me costaría bastante más que una buena frase. Pero ya tendremos tiempo para divagar sobre aquello,aún con el peligro que conlleva.
Quisiera aportar eso si tímidamente con una frase que recuerdo muy bien de mis tiempos mozos y que sin duda calza con la clasificación que ud. hace. Se trata de “No te merezco” Esta notable conceptualización equivale a la posición de sumisión de los perritos cuando se ponen con sus patitas hacia el cielo, inspirando toda la pena y cariño de su interlocutor, sea esta perruna o no. Siguiendo con la analogía al caso de los canes, una vez pronunciada la frase solo queda pararse y huir sin mirar atrás.

El que no aporta dijo...

Señor Varas, el nombre no puede cambiar, porque la esencia de esto es no aportar, y eso debe mantenerse. Si en algún minuto siente que aporto, hágamelo saber, pues significaría que estoy perdiendo el rumbo.
Sobre el "no te merezco". Gran clásico. No lo puse solo sino junto con "eres maravilloso, etc." porque siguen la misma lógica: enaltecer mientras dejan devastado al interlocutor. Una maravilla, ¿no?

Bonita analogía la del perro. Me recuerda poemas de tiempos escolares, en papel roneo. Creo que tengo alguno por ahí.

Saludos

Anónimo dijo...

"Siento el llamado del Señor", esa es poco usada por lo cara dura que hay que ser para echarse el pollo utilizando el pretexto de la vocación sacerdotal, sin embargo deja a la prenda totalmente desarmada y hasta puedes ser objeto de sentidos homenajes y felicitaciones, o sea logras irte y además admirado por ella y su entorno (cuestión que no se logra en ninguno de los casos anteriores).Se recomienda desaparecer de los carretes públicos por a lo menos 2 meses o cambiarse de ciudad por identico período,..si lo anterior resulta muy duro de soportar. Ojo, jamás aplicar ante un entorno agnóstico de la fulana.

Sr, Varas, le puedo asegurar que su sospecha de que una salida en su condición, le costaría muchísimo mas que una frase, es cierta.-

Felicitaciones por su página al sr. que no aporta.

El que no aporta dijo...

Don Aladino, qué le puedo decir. Hay que ser muy caradura para decir algo así. Salvo que después uno alegue que no lo dejaron terminar la frase. "Siento el llamado del señor de la botillería, o del señor del bar". Ésas sí son frases reales.

Gracias por su visita, espero se repita

montt dijo...

"yo lo hago por tí, porque siento que tú necesitas un espacio, y prefiero que estés segura de lo nuestro!

Magistral... pura proyección, y si lo dices convencido, te lo creen. (creo)

El que no aporta dijo...

Montt, efectivamente un ejemplo notable de proyección. Pero no el único, claro. La proyección es un arma impresionante para estas situaciones, ¿no?
"Te veo desanimada, como sin ganas", "Siento que te aburriste", "Ya no te ves feliz como antes"... En fin.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Pero la clásica de los hombres (con perdón de los caballeros presentes) es no decir nada, pero empezar a comportarse como verdaderos cerdos... para que sea la mina la que los tenga que patear...
¡Y hasta ponen cara de compungidos cuando los patean!!!! :]

El que no aporta dijo...

Bbjaga... eso es simple estrategia.
En defensa del género, y sin desconocer lo de los cerdos, también he sabido de no pocas cerdas. ¿Tú no?

Saludos, y gracias por la visita

Anónimo dijo...

Claro, nunca faltan... Pero no me refería a los "cerd@s" de corazón (o sin corazón, más bien), sino a la estrategia aquella, de hacerlo intencionalmente para que te pateen. Creo que eso es más habitual en los hombres, que no se atreven a hablar (nosotras somos buenas para hablar, sorry...).

Además, las cerdas suelen tener mucho éxito con los hombres (pero está mal usado el término en femenino, otro animal las describe mejor en realidad: guau guau!). Mientras peor los tratan, más se enamoran...
Pero eso es harina de otro costal. Da para más tema. Podrías referite a él algún día. Aunque tus testosterónicos y fieles lectores reclamen.

Saludos y te voy a seguir leyendo.

El que no aporta dijo...

Bbjaga, claro que da para mucho ese tema... pero como después alegan que esto se está convirtiendo en un blog "rosa", lo dejamos para más adelante. Pero queda anotado desde ya.

Gracias por la visita, y siga leyendo. Y comentando.

Saludos

Anónimo dijo...

Clap, clap, clap. Estoy sorprendida. ¿Quién iba a decir que tuvieras tal experticia en el tema cupidístico? Los callados son los peores XD

Me maté de la risa. Te voy a poner en mis favoritos en mi blog, ¿puedo? Conozco a más de alguien que moriría por estudiar tu repertorio.

Congrats.

El que no aporta dijo...

Fran, la experticia es tan relativa... Sé más que algunos, menos que muchos... en fin, mediocridad pura.
Qué bueno que te hayas reído. Eso siempre hace bien.

¿Si puedes ponerme entre tus favoritos? Claro que por supuesto que desde luego que sí.