Filosofía de cuneta

8.3.07

Todos conocemos a algún filósofo de cuneta. Ese personaje que para cada situación en la vida –siempre que sea la vida de otro, claro –tiene un consejo inspirado. El que siempre está presto a poner una mano en el hombro, a pasar el pañuelo que acompañará a la frase que lo hará, por fin, inmortal.

Rápido para dar consejos, el filósofo de cuneta es adicto a los libros de autoayuda y a esos libritos chicos que venden en las cajas de algunas librerías, del tipo “100 lecciones de la sabiduría oriental” o “50 frases para alegrar el día”, y que en realidad deberían llamarse “100 consejos que nadie quiere oír”, o “Mil y una formas de que el mundo te odie” o algo por el estilo. Casi toda su filosofía sale –literalmente –de esos verdaderos libros sagrados. Para ellos Locke no pasa de ser un personaje de Lost; Descartes es un método para contestar pruebas de selección múltiple y Sartre el señor que hace trajes a medida. Respecto de Heidegger y Schopenhauer, son cervezas importadas, que por cierto esperan probar luego.

El filósofo de cuneta es, además de rápido, en extremo inoportuno. Siempre será capaz de encontrar el peor momento para lanzar su frase, creyendo que todos lo mirarán como a un gurú. Y como tiene grandes aspiraciones en la vida, lanza la frase y, con rostro pensativo, ojalá en pose de Pensador de Rodin, espera el reconocimiento a su sabiduría. ¿Lo peor? Casi siempre ese reconocimiento llega, por lo general de la boca de un desesperado que busca algo en qué creer, o de un imbécil o –en la mayoría de los casos –de alguien que reúne las dos características.

Aquí van algunas frases de ésas que nunca queremos escuchar, que nada aportan y que siempre vienen de uno de estos filósofos cuneteros. Un listado corto, preciso y conciso de frases recurrentes de estos Coelhos en potencia. Como siempre, es una lista por completar. Por favor haga su no aporte.

Las cosas no se valoran hasta que se pierden. Horrible. Pronunciada siempre, obviamente, justo en el minuto de la pérdida. Como diciéndote, en versión filosófica, “ahhh, ya cagaste no más”. Perdiste, y no hay vuelta atrás. Al igual que la gran mayoría de las frases de estos filósofos de cuneta, suele ser una frase odiosa, que hace que quien la pronuncia se gane el merecido odio de quien la recibe. Tan lugar común es, que hasta Juanes la incluyó en una canción. Esa de “nunca sabes lo que tienes, hasta que lo pierdes, lamentablemente nunca vuelve…”. Un cantante-poeta-filósofo.

Todas las cosas pasan por algo, De todo lo malo sale algo bueno, Ya va a pasar. Una trilogía nauseabunda. Mientras peor sea la situación, más probabilidades de escucharlas. No falla. ¿Ejemplo? Una estudiante da su examen de grado, que reprueba estrepitosamente. Una masacre, una humillación. La compañera que lo pasó hace media hora –con una sobresaliente nota, claro –la acompaña a lavarse la cara al baño, mientras le dice, comprensivamente, que no se preocupe, que “todas las cosas pasan por algo”. Puedo ver los ojos inyectados en sangre de la reprobada, mientras los profesores examinadores dejan de ser lo que más odia en el mundo.

Mañana será otro día. Esta frase revela una profunda sabiduría. Como para quedar boquiabierto y contestar “No me diga… ¿Y ayer? ¿Y pasado mañana?”. Quien la pronuncia siempre lo hace en el momento peak del día, cuando ya nada más puede salir mal y uno quiere matar todo lo que se cruce por delante. Sólo entonces aparece, sonriente, el filósofo de cuneta, para despacharse sin previo aviso la frase en cuestión, creyendo que uno no sabe que después de hoy, necesariamente, viene mañana. Y más aún: uno sabe que mañana será peor. Por culpa del filósofo, por cierto.

Lo que no te mata te hace más fuerte. Es como para contestar con un despreciativo “¿Ah sí ah?”. Una de las frases predilectas de los pseudo filósofos, y como casi todas las frases de la filosofía de acera, siempre pronunciada en un pésimo momento. Veamos: luego de la peor experiencia de tu vida estás postrado, sin reacción alguna, los ojos llorosos mirando a ninguna parte. Se acerca el filósofo –familiar, amigo, conocido, siempre hay uno de turno, como las farmacias –y te ve. Te toma el pulso, ve que respiras. Y luego de constatar que estás vivo, te la suelta como si nada… “lo que no te mata te hace más fuerte”. Y tú hecho mierda en el suelo, un estropajo pensando quiero matar a este imbécil. El problema es que si no logras matarlo, se hace más fuerte. Y eso sí sería grave.

Es un arma de doble filo. Usada siempre que le comunicas una decisión al filósofo del día. Mientras más la hayas meditado, o mientras más beneficios te traiga, más doble filo tendrá. ¿Decidiste cambiarte de pega a una en la que te pagan el doble por la mitad de trabajo? Ojo, que el exceso de plata es un arma de doble filo, lo mismo que los trabajos fáciles bien pagados. ¿Te cambias a un departamento más grande, mejor ubicado y mantenido, y más barato que el actual? Cuidado, demasiado espacio puede ser un arma de doble filo.
La pregunta –esta sí filosófica –es dónde se esconden estos personajes cuando uno toma una mala decisión. Porque seguro, cuando la frase era perfecta para la situación, el filósofo andaba comprando cigarros. Ya se sabe, por eso de que los filósofos fuman y toman café y leen.

13 no aportaron:

montt dijo...

Yo creo que los envió Dios para jodernos la vida!

En general son insufribles, pero por último perdono a los que buscan reconocimiento, a los que no soporto son a los que engrupen con frases enlatadas. Me corrijo, creo que me irritan más l@s que compran las frases.

El poster de "Borges" de la feria de Sta Lucía. Ese es mi no aporte

Salud

carmen dijo...

NO HAY QUE CONFUNDIR LIBERTAD CON LIBERTINAJE.
Y patines con patinaje.Digo.
Esta buenisimo este tema.El Borges fraudulento es un gran no aporte.
















o

El que no aporta dijo...

Montt: yo también detesto más a los que creen que esos personajes son sabios dignos de reverencia. Unos reverendos imbéciles.
El poster es un gran no aporte. Debería ser como esas imitaciones de marcas conocidas un poco cambiadas, algo así como "Borjes", o "Vorges".

Carmen, esa de la libertad y el libertinaje siempre me ha conmocionado. Pero más que de filósofo cunetero, la encuentro como de moralista cunetero, tipo Porvenir de Chile. ¿Qué fue todo ese espacio en blanco? ¿Una idea perdida?

Abrazos para ambos

Anónimo dijo...

"LA VIDA TIENE MUCHAS VUELTAS", , la frase va acompañada de un movimiento de negación con la cabeza y las palmas de las manos al cielo. La estúpida frase, a veces espetada por un jovencillo apenas salido del cascaron, pretende hacer dudar al interlocutor de cualquier acción o decisión tomada, aunque tenga 98 años y haya pasado ya, precisamente por centeres de vueltas, volteretas y refregones.

El que no aporta dijo...

Aladino, me quitaste las palabras de los dedos. Esta era fija para una segunda parte. Qué frase más espantosa. Tal como su leve variación de "uno nunca sabe las vueltas de la vida".
Se relaciona también con "no escupas al cielo", otra sabia afirmación sobre el futuro. Simplemente un asco. Las frases, no el no aporte. Que quede claro.

Saludos

Karlo dijo...

"Después de la tormenta, viene la calma" es como una variante de "Y mañana será otro día"... jajajaja

Muy bueno tu aporte

saludos cordiales
atte Karlo

Anónimo dijo...

Mi favorita sin duda, como estandarte de la cuneta sería: “No hay mal que por bien no venga” Esta es la teoría misma del empate. Un recordatorio de que la vida no es otra cosa que un valle de lagrimas y que si quieres que alguna vez te pase algo bueno tienes que sufrir y padecer.
Que espanto, como si no se pudiera vivir gozando!!

El que no aporta dijo...

Karlo, ésa es una gran frase, un clásico de estos personajes. Gracias por la visita, te linkeo desde hoy entre los que aportan.

Varas, gran frase, en la línea de la trilogía de "todas las cosas pasan por algo". ¿Será esa teoría del empate a la que te refieres lo que revienta, o la actitud, la inoportunidad y todo lo demás de estos personajes?
Gracias también por la visita y los no aportes, que ya verán la luz.

Anónimo dijo...

Otra, quizás menos filosófica, pero no por esto menos repugnante es “ Hoy por ti mañana por mi” Generalmente acompañada de las palmas apuntando al cielo a las que hacía referencia Aladino. Es la manera filosófica y abreviada de decir: Mira hoy te cagué pero no te preocupes, ya que si mañana me pillas desprevenido, tal vez me podrás cagar de vuelta. Aplica exactamente igual invirtiendo los roles, es decir, hoy me cagaste pero mañana me tomaré revancha...

gerardo valle dijo...

Otra de las reflexiones irreflexivas es "CUALQUIER COSA PUEDE PASAR" usada muy comunmente por cualquiera de esos comentaristas deportivo que caben dentro de la clase mas patetica de seudos pensadores.

El que no aporta dijo...

Y basta que lo digan para que, efectivamente, pase la "cualquier cosa". Como un gol en el minuto 93, por lo general.

Anónimo dijo...

Bastante tarde viene este comentario, pero una vez decidí tarjar el "no escupas al cielo" y transformarlo en: "el hombre sabio no orina contra el viento"... así en vez de ser idiotez espontanea se transforma en estupidez optativa.

eso de Borges de sta lucia, me recordó a la polera "del CHE" a 7 lucas del pseudo anticapitalista anarquista, comprada obviamente en el shopping mas cercano y con dinero de la mamita.

Saludos

Linco dijo...

A mí me empelota el "no hay mal que dure cien años". No haré comentarios sobre la validez de la frase (aunque sigo creyendo que el hambre empezó antes de 1908), pero si encuentro que la frase es demasiado conformista. Es como el "todo pasa por algo" o "es para mejor", es como decir "cagaste" pero sin querer asumirlo no más.