Predicciones neonatas

6.3.07

Clásico de clásicos, del baúl de los recuerdos a su monitor. Esta noticia de 2002 fue un verdadero hit. Luego cayó en el más profundo de los olvidos, como tantos otros hitos de nuestra historia patria. Se vio desplazada y, por qué no decirlo, aplastada inexorablemente por noticias más recientes, más contingentes, más faranduleras. Pero rara vez –si acaso alguna –hubo una noticia más espectacular.

Se trata de la mítica guagua apocalíptica, claro. Ésa que predijo algo “muy feo”.
Todo pasó en Chillán. Más específicamente en la maternidad del Hospital Regional Herminda Martín. Fue allí donde, luego de un complicado parto, vio la luz una horrible criatura. Ante la exclamación de una de las enfermeras respecto del aspecto del recién nacido, éste le habría respondido “Esto no es nada. ¡Tanto o más feo será lo que ocurrirá el 18 de abril, vieja sapa!”. Un amor la criatura, ¿no?

Posteriormente, y pese a la evidente imprecisión en las fechas de la profecía, muchos han elaborado hipótesis sobre qué era eso “tan feo” que iba a suceder. A continuación algunas teorías:

1.- Una mujer llegaría a la presidencia del país.
2.- Se cambiaría todo el sistema de transporte de Santiago, y lo que antes era un desastre, sería aún peor.
3.- Sergio Lagos y Felipe Camiroaga se apoderarían del mundo, controlando el pensamiento de la gente mediante la implantación de chips.
4.- Nelson Acosta seguiría siendo técnico de la selección chilena indefinidamente.
5.- El presupuesto de Chiledeportes se triplicaría, pero los resultados seguirían siendo nulos.
6.- El rating de los programas de farándula se iría a las nubes.
7.- Pato Laguna llegaría a un cargo de influencia en las sombras, que lo haría guiar el destino del país.
8.- Gato-mono renacería, cual ave fénix, de entre las cenizas, para formar un frente amplio junto a su madre Cuchi-cuchi, el gallo que habla, la gata Luz y el perro que habla, entre otros, con el fin de dominar el planeta.

No me acuerdo de qué pasó ese 18 de abril. Nada muy importante, supongo. Pero, fechas más, fechas menos, las interpretaciones surgidas de la famosa profecía se han ido cumpliendo. Así que no se asombren si la próxima medida del gobierno es “solarium para todos”, guiado por la oscura –o bronceada, al menos –influencia de Laguna. Y junten miedo, claro, porque Gato-mono se aproxima a pasos agigantados.

Bueno, ahora simplemente los dejo con la impresionante historia de la guagua apocalíptica, narrada magistralmente por Carlos Vergara, a través de LUN. Después de leerlo, uno hasta se puede imaginar quiénes serían sus padres. Disfruten.



El misterioso caso de la guagua apocalíptica

Martes 9 de abril de 2002
Carlos Vergara

Estupor existe en Chillán tras las supuestas revelaciones hechas por un recién nacido. “Las guaguas no hablan”, rebaten, científicamente, desde el Hospital Regional de esa ciudad.



El relato, acaso adornado con neblinas de utilería al mejor estilo “Mea Culpa”, habría ocurrido en el Hospital Regional Herminda Martín de la ciudad de Chillán, a mediados de febrero de este año. Según la escabrosa leyenda, todo sucedió de noche e incluso hay algunos que aseguran y describen una lluvia como nunca se había visto por la Octava Región.


La embarazada no tenía nombre (para quienes vieron “La Profecía”, las madres de engendros o anticristos siempre son anónimas) y fue el parto más complicado de todos los que se recuerden en el Hospital Herminda Martín, así bautizado en honor a una filántropa chillaneja casada con un señor de apellido Muñoz Muñoz, y que para desgracia suya y beneplácito de la comunidad, no tuvo herederos a los cuales dejarles su tremenda fortuna.


El parto, como decíamos, fue muy complicado y la secreción de sangre y fluidos por parte de la madre superó todo lo esperado. Sin embargo, la pequeña y bendita criatura no fue consuelo alguno: un solo grito de la matrona a cargo alertó a sus compañeras de que el niño no tenía nada de normal. “Efectivamente era una guagua-monstruo”, acusa uno de los anónimos juglares que se preocupó de repartir el cuento por todo Chillán y alrededores.


Angustiada ante tamaño fenómeno, la matrona receptora -cuya identidad nunca fue revelada por estricta orden institucional- sólo atinó a reproducir lo primero que se le vino a la mente: “¡Cresta la guagua pa’ fea!”, se le escuchó entre ininterrumpidos sollozos de desolación.


La madre, dice el vecino de un testigo, no atinó a responder ya que el parto la había dejado completamente groggy. Sin embargo, tal afrenta fue vengada nada menos que por el propio y pequeño aludido. Volteando su cabeza -algunas versiones hablan de un giro de casi 180 grados- la guagua sacó un vozarrón y díjole a la anonadada partera: “Esto no es nada. ¡Tanto o más feo será lo que ocurrirá el 18 de abril, vieja sapa!”.


A continuación es cuando las versiones se desvirtúan y sólo ha sido posible recoger atisbos de luz entre tanta tiniebla. La madre y la guagua apocalíptica habrían fallecido después de las revelaciones, mientras que la matrona perdió la razón y fue hospitalizada en un siquiátrico cordillerano, bajo una identidad falsa. El director hospitalario habría reconocido los hechos con el mero objetivo de despistar a la prensa, tal como años antes lo había hecho su colega de otro hospital de la misma ciudad con un duende. Diferente fue el caso de un gobernador provincial, quien por expresa petición del Ministerio del Interior, negó la evidente existencia de un dragón que se paseaba entre Chillán y Chillán Viejo.


¿Tres ojos?


Mientras echa un vistazo a la neblina que, según cuentan, desde aquel día permanece en los jardines del Hospital Regional, la matrona supervisora del Herminda Martín, Ana María Sanhueza, frunce el ceño ante las consultas respectivas.


“Nosotros nos enteramos por la comunidad”, dice tragando saliva. “Empezaron a llamar desde los distintos servicios de salud, que la gente había escuchado algo en la micro, que el chofer, que el vecino... todos hablaban de ello”, agrega en defensa del personal de obstetricia de su institución.


-¿Niega usted el suceso de la guagua que habla?


-Por supuesto. No tenemos ni hemos tenido nunca guaguas de aspecto raro. Preguntamos, pero nunca obtuvimos mayores antecedentes. Las guaguas no hablan. Estos son sólo cuentos de fogata, casi una conducta sociológica. Si hasta llegué a escuchar que la guagua tenía tres ojos.


“Deben haber sido ruidos guturales, una situación fraudulenta”, apuesta el decano de la Facultad de Educación y Humanidades de la Universidad del Biobío, Marco Aurelio Reyes. “Sin embargo, no deja de ser llamativo un mito urbano como éste en un área de amplia ruralidad como Chillán, ciudad en la cual hasta los bandoleros han sido transformados en mitos. Recuerde usted que ésta es cuna de héroes y tierra de bandidos”.


“La guagua parlante sólo dice lo que todos callan”, dicen haberle escuchado numerosos testigos a un predicador de la zona.


Antecedentes de la mítica guagua que habla pueden encontrarse en cualquier colección criolla de mitos urbanos que se precie de completa. Su primera aparición se remonta específicamente al año 1985, cuando en un hospital de Arica predijo el terremoto que asolaría Santiago el 3 de marzo de ese mismo año. Otros también la recuerdan en un hospital de Limache un año más tarde, donde aventuró el peligro que conllevaba el asistir a ver el paso del cometa Halley en una promoción de una aerolínea, cuyo premio era un viaje al Valle de la Luna.

11 no aportaron:

carmen dijo...

Increible.Esta entrada y la del gallo que decìa"paredes juera"es lo que mas me a impresionado de todo su blog caballero.Tambien es de destacar la excelente prosa del reportero¿carlos vergara?.Que barbaridad.Me he quedado sin habla.

carmen dijo...

Yo habìa escuchado otras profecias de la guagua apocaliptica,Profecìas apocrifas que les dicen.Sea lo que sea lo que dijo no era nada bueno.

carmen dijo...

Perdon pero estoy conmocionada¿como era que un dragòn se paseó entre chillan y chillan viejo?

Anónimo dijo...

Señora o Señorita Carmen, usted no quedo sin habla, pero aparentemente si tartamuda, porque solo asi se explica que no haya efectuado todos los comentarios de una vez. Era lo menos que podía causarle tan horripilante historia.

El que no aporta dijo...

Carmen, veo que la conmoción fue extrema.
Esta es, creo, de las buenas noticias que han acontecido en nuestro territorio. Digna de ser recordada. Y la redacción de Carlos Vergara, simplemente notable. Como para unirse a Alexis Matamala y Ulises San Martín, redactores de Gato-mono, y crear un nuevo medio de comunicación.
Lo que sería eso...

Anónimo, no se ría de la conmoción ajena, y menos desde el anonimato, o la vida lo castigará con las frases usadas para terminar una relación. Y si insiste mucho, a lo mejor hasta se topa con la guagua apocalíptica. Y ahí lo quiero ver.

Anónimo dijo...

Señor que no Aporta, ante tan terribles presagios y amenazas prometo no reírme nunca mas de la conmoción ajena, venga de quien venga y caiga quien caiga.
El nuevo medio de comunicación podría tener como Director a su señoría.

El que no aporta dijo...

Don Anónimo, siento que insiste usted en mofarse. No vaya a ser cosa que se le aparezca, además de la mentada guagua, Gato-mono y su frente amplio...

Si eso no es suficiente, a lo mejor el gringo creativo lo ve en pleno trance ante tamaña aparición, y hace un muñequito suyo. Si así fuese, seré el primero en adquirirlo.

Sobre el nuevo medio... Me sonrojo con sus palabras, no podría compararme con aquellos próceres, ya no del periodismo, sino de la literatura universal.

Anónimo dijo...

Señor que no aporta, me emociona su modestia ¿será falsa tal vez?. A diario somos atormentados por políticos, opinólogos, periodistas, artistas de todo género y escritores que carecen del mas mínimo talento, quizás su Blogger lo lanza al no buscado estrellato, ya ve usted lo que ha sucedido con la abuelita de que nos habla hoy la prensa.

Anónimo dijo...

Notable rescate del olvido periodístico...

A propósito, como estoy recién integrándome a tu bloguifan club y leyendo los posts anteriores, quería aportar al de las frases periodísticas (na' que ver aquí en realidad, ya sé):
¿Te has fijado que ahora cada vez que quieren enfatizar algo dicen "literalmente"? El problema es que lo dicen cuando están usando una metáfora o analogía, o sea justo cuando NO ES literal, sino exactamente lo contrario.
Una vez escuché: "XX se transformó, literalmente, en una pulga en el oído del ministro...". ¿Que QUÉÉÉÉEEEE???!!!! ¿Onda metamorfosis? ¿Kafka?
Esa noticia habría sido casi tan buena como la de la guagua diabólica.
Y parece que está de moda, porque casi todos la usan, pero el requisito es que esté MAL usada. Me pone de los nervios, como dicen los españoles.
Fíjense, se van a acordar de mí.

Otra: "no es menor".

Eso sería.
Saludos,

montt dijo...

Gracias por sacar de la NEBLINA del olvido chillanejo, para nuestro beneplácito, aquella noticia que literlamente me ha dejado liquificado de asombro.

El que no aporta dijo...

Señor Anónimo: si cree que es falsa, allá usted. Si no lo cree, allá usted también. En resumen, allá usted.
Con lo de la abuelita me dejó pillo... la última abuelita famosa de la que tuve noticia, y que por cierto merece toda mi admiración, fue la abuelita marihuanera. Un amor ella, ya se la quisieran varios nietos de este país.

Bbjaga: ¿qué es eso de "bloguifan club"? ¿Es que tengo mi primer fan? Wow, qué responsabilidad. Qué miedo. Lágrimas corren por mi rostro, señal inequívoca de emoción o de que me estoy resfregando los ojos después de picar ají. Gracias por el momento de emoción brindado.
Muy cierto lo del "literalmente", y lo del "no es menor". Frases, ambas, que me revuelven un poco el estómago. Los nervios ya son inmunes a estas alturas de la vida, y no me los toma nadie. O casi.

Montt: impresionante redacción, ¿no? Y en todo caso, ya sabes. Como dijo un predicador, "la guagua parlante sólo dice lo que todos callan". Cuando quiera decir algo feo, lo haré a través de la guagua