A luca y a mil la filosofía

16.3.07

La filosofía, como se sabe, es una disciplina en constante evolución. Y en esa evolución han ido apareciendo nuevas frases de esta eximia rama de la filosofía que es la de cuneta.

Es por eso que hoy sumo nuevas y sabias frases al recuento hecho anteriormente. Siguen quedando muchas afuera, lo sé. Ya aparecerán, producto de sus generosos no aportes, o de alguna musa filosófica que se haga presente.

No es mala idea estudiar las frases aquí expuestas –y las anteriores y las que vendrán –para poder reconocer al filósofo de cuneta que seguro tenemos cerca, aunque no hayamos reparado en él. Si escucha una de estas frases, desconfíe, y aléjese tan rápido como pueda. El filósofo de cuneta siempre encontrará un incauto a quien largarle su frase, para demostrar que su sabiduría se sumerge en las profundidades del conocimiento. Y –se lo aseguro –no querrá estar allí para presenciar eso.

Aunque la mayoría ejercen su oficio a tiempo completo, algunos de los más connotados filósofos de cuneta aparecen esporádicamente, en destellos de sabiduría. Y –hay que decirlo –muchas veces estos destellos coinciden con la influencia de sustancias consideradas poco apropiadas para las ciencias y el conocimiento. Pero, vaya paradoja, son muchas veces dichas sustancias las que empujan al filósofo por el despeñadero de la sabiduría. Aunque luego de encontrar la frase buscada, siga cuesta abajo hasta estrellarse.

El que no se arriesga no gana. Conocida –y recurrida –arenga para darle ánimo al amigo en el momento de indecisión. Tan socorrida como su variación el que no se moja no cruza el río, puede ser utilizada en infinidad de ocasiones a lo largo de la vida.
En la preadolescencia y adolescencia, usualmente es el consejo al amigo o amiga atraído por otro púber y que no se atreve a expresar sus sentimientos por miedo a ser rechazado/a. En esa circunstancia de estrés máximo se acerca el filósofo del curso y, al tiempo que pone la mano sobre el hombro del acongojado, lanza la frase.
Luego servirá para aconsejar al compañero de trabajo que quiere pedir un aumento de sueldo, al que está pensando cambiarse de pega, de casa o de señora. No importa el momento de la vida en que se use, siempre servirá para enrostrarle al turbado personaje su falta de decisión, por lo general sin lograr que asuma el riesgo.

El sentido común es el menos común de los sentidos. Expresión repugnante que aparece, habitualmente, en conversaciones de grupo. Es en estas instancias donde por lo general se discute algún caso, situación o circunstancia donde alguien ha actuado de manera irracional, impulsiva, o lisa y llanamente errada. Luego de expuesto el caso, e iniciada la discusión del mismo, un cándido participante del debate dirá que actuar como correspondía “era cosa de sentido común”, sin notar la casi imperceptible sonrisa que se dibuja en la cara del filósofo a su lado que, sin avisar, se despacha con un “sí, pero el sentido común es el menos común de los sentidos”. Y su victoria se consuma cuando no pocos idiotas asienten con la cabeza y lo miran con admiración. Una situación francamente repulsiva.

Ver el vaso medio lleno o medio vacío. Es una de las predilectas de cualquier filósofo cunetero. Cuando todo sale mal y lo único que uno quiere es mandar todo a buena parte, no faltará el iluminado que lo inste a ver la mitad llena del vaso, pues sólo estamos viendo la mitad vacía. Y uno lo piensa, y ahora lo único que quiere es romperle ese vaso –y una docena de vasos, e idealmente un jarro –en la cabeza al sabio. Porque para él, claro, todo está en la actitud, en la manera de ver la vida, en la disposición. Qué importa si te asaltaron, estás con problemas de salud, te engañaron, te quedaste sin pega, chocaste el auto y se te quemó la casa. Todo el mismo día. Tienes que ver la mitad llena. Y dan ganas de preguntarse de qué estará llena esa mitad, porque si es arsénico, está como para tomárselo.

El tiempo todo lo cura. La frase compasiva para el momento de dolor. Asimilable a las vueltas de la vida, todo pasa por algo y demás cosas por el estilo, es pronunciada siempre en el peor momento de aflicción.
Habitual en la adolescencia, es la salida ideal para el filósofo en ciernes en caso de haber aconsejado a algún enamorado púber eso de que el que no se arriesga no gana. Usualmente la secuencia es: confidencia del amor – consejo de arriesgarse – riesgo – risas – amante despechado – el tiempo todo lo cura. Y, seamos realistas, el tiempo no lo cura todo. Aunque uno lo quisiera.

8 no aportaron:

Anónimo dijo...

“Lo importante es competir, no ganar”... Si alguna vez en medio de la amargura y el desconsuelo de una derrota se le acerca algún filosofo cunetero y se despacha esta joyita de la charlatanería, no dude ni un minuto en citar al celebre Agustín Arenas y digale “picoconchetumadre”

Anónimo dijo...

El que es muy insidioso es NADIE SABE LO QUE TIENE HASTA QUE LO VE PERDIDO,sobre todo si no es un comentario hecho por el que perdiò sino por un tercero que le revuelve el puñal en la herida.En ese caso estarìa justificado citar al c.f.Agustin Arenas tal como dijo el señor Varas.El otro que me gusta a mi es LO BUENO SI BREVE DOS VECES BUENO.
Joe Pino que queda mas mejor,mas claro LO BREVE SI BREVE DOS VECES BREVE.
Es una referencia a todo tiempo pasado fue anterior,de autorìa discutida aportada por usted señor que no aporta.¿lo notó?

El que no aporta dijo...

Varas, qué frase de mierda esa... Para perdedores. Si lo importante siempre ha sido ganar. Y si no se puede, hacer todo lo posible para sabotear a los demás competidores. Pero ¿competir? Picoconchetumadre.

Joe, la frase de las cosas que se valoran cuando se pierden está en la primera parte de la filosofía de cuneta, del jueves 8 de marzo. Por eso no está aquí, es un infaltable.

Y no sigo comentando, porque como bien dice, hay que ser breve. Pero lo noté.

Anónimo dijo...

Agregaré dos frases a sus metafísicas reflexiones. la primera de ellas con el fin de que me la comente y la segunda, para que me resuelva una duda:
"No hay mal que por bien no venga". El mal viene del mal mismo y no hay nada que hacerle... su homónima es "Todo pasa por algo", citada por su sabia persona en una ocasión anterior. Buaj!Que frase más roñosa... encuentra usted?

"Ese niño viene con marraqueta bajo el brazo"... Esta frase despierta en mí una curiosidad sin límites, y la verdad es que necesito que me la explique: ¿por qué una marraqueta (cuyo costo es de aproximadamente 100 pesos), es el noble alimento elegido para representar la suerte y la riqueza. La marraqueta, de que es rica, es rica (sobretodo con palta y mantequilla), pero a propósito de qué vendrá ese tan poco preciso enunciado?.

además, piense imagínese la imagen misma: que ridículo sería ver a un retoño con el delicioso pan batido debajo de su axila....

Por otro lado -y yendo al tema mismo que nos convoca- ¿por qué toda cosa buena que le pasa a los futuros padres, según un cunetero, se debe a que "el niño" viene con marraqueta bajo el brazo?.

otra cosa maestro. Esa foto me recuerda al mismísimo inventor del gran dicho "me viene el sandro". ¿Se acuerda?. Gran personaje.

besos y abrazos.
Espero con ansias su comentario y su respuesta.

gerardo valle dijo...

La marraqueta bajo el brazo no puede ser "mas poco higenica" (ojo con la expresion, es casi como mas es menos, en vez de menos es mas) quien puede llevar una marraqueta debajo del brazo o en el axila, que tiene que ver con que biene con plata o buena fortuna una marraqueta si es un bien que todo el mundo puede acceder.
Podria ser que viene con un raspe de kino bajo el brazo pero una marraqueta???

gerardo valle dijo...

En relacion a lo que dice joe pino LO BUENO SI BREVE DOS VECES BUENO yo diria que lo breve dos veces breve es algo largo.

Anónimo dijo...

Joe Pino el Breve es algo de Pipino???

El que no aporta dijo...

Señora mía:
Eso de que "no hay mal..." es una soberana estupidez, igual que lo de "todo pasa por algo". Además, obviamente todo pasa por algo, es el simple principio de causa-efecto.

Lo de la marraqueta es algo más complicado. Dicen los entendidos que la expresión nació en tiempos de escasez, por lo que si alguien hubiese dicho algo como "con caviar bajo el brazo", o "con trufas bajo el brazo", hubiera sido linchado inmediatamente.
Por otra parte, la marraqueta sería sinónimo de abundancia, de ahí la analogía. Nada de tomar literalmente la frase, por favor, mire que después de sacar una guagua estar sacando marraquetas... Ni que fuera horno el asunto, y que en la puerta misma (ya se imaginará cuál) se queme el pan.
Punto aparte merecería la denominación de la marraqueta, pan batido o pan francés, pues eso haría variar la expresión dependiendo de dónde sea pronunciada.

El personaje, claro que se parece. Y ése también era un gran filósofo, por cierto.
Beso.

Gerardo, creo que si la marraqueta efectivamente viniera bajo el brazo de la guagua, lo que menos me preocuparía sería el ala del neonato. Con sólo imaginar un pan con placenta o vaya uno a saber qué otros fluidos, como que me daría gusto el sabor a alita de recién nacido.

Don Alfredo, Joe Pino el breve es la reencarnación de Pipino, pero todavía no lo sabe.